El fiasco del níquel, seguido por investigaciones independientes. Se ha abierto la bolsa, pero el comercio se reanuda lentamente. Las medidas apropiadas solo son efectivas si se acompañan de una comunicación correcta.

El presidente de Estados Unidos recurre otra vez a la Ley de Producción para la Defensa. Esta vez se trata de materias primas para baterías, no de aparatos respiratorios. Se debería reducir la dependencia de fuentes extranjeras poco fiables.

A pesar de la ralentización de la producción de acero en China, hay déficit de suministro de mineral de hierro. No debemos olvidar a los muchos otros pueblos de Asia. La descarbonización requiere menas de grado especial.

En cuanto a los efectos climáticos, no siempre se tiene en cuenta lo correcto. En vez de eso, se predica a los cuatro vientos la neutralidad climática. Solo al final de una era se verá qué ha cambiado y qué no.

Toca lamerse las heridas
Ya ha pasado un mes desde los cuestionables acontecimientos de la Bolsa de Metales de Londres (LME). El mercado de níquel de la LME se volvió a abrir después de un cierre temporal y, tras la zozobra inicial, también volvieron a acordarse los precios comerciales de la Bolsa. Desde el 28 de marzo de 2022 se han producido ajustes regulares a diario que sirven como referencia de precios para la cadena de valor industrial. Desde entonces, el precio del níquel se ha mantenido bastante estable y oscila dentro de un intervalo de 32.000,00 USD/mt y 34.000,00 USD/mt. No cabe duda de que es un nivel alto, pero está justificado debido a la guerra en Ucrania y a las sanciones en vigor (y posiblemente, más sanciones futuras) que se están aplicando a Rusia. Hasta aquí, todo correcto.

Mientras que la LME tardó décadas en generar confianza en sí misma y en los contratos individuales, ha bastado un día y medio para mermar en gran medida esta confianza, y básicamente ponerla en duda. Y no solo por parte de los participantes en el mercado de la economía real, sino también por parte del mundo financiero y de los especuladores. Lamentablemente, la Bolsa reaccionó demasiado tarde en lo referente a la suspensión del comercio, cosa que más bien maximizó el problema y la pérdida de confianza. Casi todas las partes interesadas se dejaron llevar por el pánico. En consecuencia, la pérdida de confianza se refleja en volúmenes de negociación diarios notablemente más bajos.

Supuestamente, este incidente se debió a un fallo de la LME (y de su cámara de compensación, LME Clear). A este respecto, ha sido bien recibida la noticia de que se llevarán a cabo investigaciones independientes sobre los hechos: una a cargo de un experto contratado por la propia LME y otra de forma conjunta entre el Banco de Inglaterra y la Financial Conduct Authority (FCA). Esto último es algo inusual para el centro financiero de Londres. Esto demuestra lo mucho que hay en juego para todos los implicados. Por tanto, sobre todo de cara al futuro, se trata de determinar qué instrumentos pueden utilizarse y qué medidas pueden tomarse para excluir unas turbulencias de mercado de tanto alcance con seguridad.

Sin embargo, esto también se centra en la mala conducta y en las posibles sanciones, ya que es posible que la LME y LME Clear, también el Banco de Inglaterra y la FCA, posiblemente algunos participantes en el mercado y quizá incluso los medios de comunicación hayan jugado al margen de las normas existentes o, como mínimo, hayan actuado sin ningún sentido de la proporción. Por ejemplo, hay que preguntarse dónde han ido a parar realmente los datos de los informes EMIR, que introdujeron los legisladores tras la crisis de Lehman con el fin de dar mayor transparencia a las transacciones de derivados. Esto podría haber aportado claridad a todos los implicados respecto al tamaño de la posición dominante (también en el mercado extrabursátil), ya que la LME solo era, probablemente y en última instancia, la punta de un enorme iceberg. ¿O todo ha sido solo un cementerio de datos?

Esto tendrá que demostrarlo el análisis. Los resultados de este deberán publicarse en detalle, ya que de lo contrario no quedará ninguna confianza. Esta confianza no solo se refiere al mercado del níquel y a los demás contratos de la LME, sino también a los entes reguladores y al centro financiero de Londres en general. Esto suena peor de lo que realmente es. Debido a la gran preocupación, publicidad y revuelo que ha causado este fiasco, se debería garantizar la seriedad, la rapidez e incluso la utilidad de los resultados de la investigación.

Sin embargo, hay que defender a la LME al menos en un punto. Sorprendentemente, los que más se quejan de la suspensión del mercado del níquel son aquellos que hasta ahora no han utilizado la LME para llevar a cabo operaciones de cobertura ni para especular. Se habían conformado con utilizar una referencia tan internacionalmente reconocida para sus propias transacciones comerciales, pero sin contribuir realmente a la liquidez de la LME, que es la base para que la formación de los precios de la Bolsa sea acorde al mercado. Lo único que puede garantizar una alta calidad en la determinación de precios es un reflejo lo más amplio posible de las transacciones físicas en la Bolsa a través de los compradores y vendedores de níquel físico (y aquí también se incluyen los correspondientes sustitutos del níquel extrabursátiles). Era mucho más fácil disponer de un precio de referencia reconocido a nivel internacional. Tal como hemos contado aquí a menudo, la calidad de la formación de los precios se garantiza, sobre todo, a partir del mayor reflejo posible del negocio físico, determinado por la oferta y la demanda del níquel comercializado en la Bolsa y también de los correspondientes sustitutos.

Sin embargo, desde el momento en que se creó el contrato del níquel, se han ido planteado dudas sobre su carácter representativo de forma continua. Se ha visto que a veces han ocurrido distorsiones temporales, pero eran manejables. Por tanto, el reclamo solo puede ser que, si por fin la Bolsa puede volver a ganar confianza, deberían volver a ella más participantes que nunca para debilitar suficientemente la influencia de los grandes actores individuales en un mercado relativamente pequeño. Sin embargo, las posiciones también deben estar reguladas por unos máximos adecuados. En última instancia, hay que alabar expresamente el coraje de una persona o de un grupo de personas responsables cuando ponen fin a un negocio artificial, aunque sea demasiado tarde; sin embargo, probablemente no sea demasiado tarde y estropeen así los negocios de un grupo de especuladores no demasiado pequeño. Pero, sin lugar duda, se podrían evitar cosas peores.

Sin embargo, para que la Bolsa recupere la confianza y los participantes en el mercado regresen a ella, no solo hay que realizar las acciones adecuadas, que impedirán que la historia se repita, sino que, sobre todo, hay que comunicarlo de forma creíble. Esto no se consigue mediante publicaciones anónimas de avisos en la página web de la LME, que luego transmiten los corredores y bancos paralizados en calidad de miembros de la Bolsa. De hecho, la propia LME y los reguladores tienen que avanzar juntos y hablar con los principales participantes en mercado, y hacerlo a nivel personal.

Si es posible convencer a los actores individuales de la calidad y la eficacia de las medidas, y si entonces es posible utilizar públicamente «testimonios» de que se ha restaurado la confianza en la LME, no habrá nada que impida una reactivación del mercado de futuros en la Bolsa de Metales de Londres. Un precio de referencia internacional sigue teniendo grandes ventajas y está justificado.

Joe Biden, presidente de Estados Unidos: la cadena de suministro de materias primas para baterías es importante para la seguridad nacional
Según una declaración política de la Casa Blanca el 31 de marzo de 2022, el presidente de EE. UU., Joe Biden, invocó recientemente la Ley de Producción para Defensa con el fin de fomentar la producción nacional de materiales para baterías. La Ley de Producción para la Defensa otorga básicamente al Presidente la autoridad para ordenar al sector privado que produzca la mercancía que el gobierno necesita en tiempos de crisis. En este caso, las medidas se justifican por motivos de seguridad nacional y para el desarrollo o la protección de infraestructuras nacionales de vital importancia. De este modo, el presidente Biden reconoce la importancia estratégica de los metales industriales, entre los que se incluyen el níquel, el cobalto y el litio.

En esta declaración, la Casa Blanca afirma que en este momento los Estados Unidos de América dependen de, literalmente, «fuentes extranjeras poco fiables» para obtener las codiciadas materias primas. Según el servicio de información Reuters, el término «fuentes extranjeras poco fiables» es una forma diplomática de referirse a China. A este respecto, el New York Times informa de que fuentes internas les han comunicado que las medidas previstas no se refieren a préstamos o compras directas, sino a la financiación de estudios y a la ampliación o modernización de fábricas.

Aunque la dependencia de EE. UU. de China en ciertas áreas no sea un problema nuevo para los estadounidenses, es muy probable que la guerra de Ucrania haya causado más malestar al presidente Biden. Es posible que la importancia de Rusia sea limitada para los materiales de litio, manganeso y cobalto, pero en el caso del níquel el impacto es mucho más grave. Aproximadamente un 10 % de la producción mundial de níquel procede de Rusia.

Originalmente, el Congreso bajo el mandato del entonces presidente Harry S. Truman promulgó la Ley de Producción para la Defensa con el fin de promover la producción de acero estadounidense durante la Guerra de Corea. Sin embargo, la ley se ha activado en varias ocasiones en el pasado, también durante la presidencia de Trump, para resolver los problemas de la cadena de suministro en la producción de respiradores y para garantizar la producción de máscaras faciales extra. El uso indebido de la ley por parte del expresidente Trump causó gran consternación entre muchos políticos y representantes empresariales.

Posible déficit estructural del suministro de mineral de hierro
Hace unas semanas, en el portal de noticias Reuters, el columnista Clyde Russell destacaba los posibles cambios estructurales en el mercado del mineral de hierro y los efectos que esto tendría en la producción de acero.

China es el principal foco de atención para la evolución de los precios del mineral de hierro a corto y medio plazo, ya que el país compra casi dos tercios del mineral de hierro que se exporta a nivel mundial y ostenta la mitad de la producción mundial de acero. Hasta ahora, la oferta de mineral de hierro había podido igualar el crecimiento de la producción de acero. El columnista afirma que solo hubo algo de agitación en ciertos momentos en que ocurrieron problemas en la cadena de suministro causados por el coronavirus o por las catástrofes naturales.

Russell espera que China haya alcanzado la cúspide de su demanda de acero a mediados de década. Después de ese momento, la producción china de acero debería disminuir ligeramente, lo que influiría directamente en la demanda de mineral de hierro. Sin embargo, todavía hay otros dos mil millones de personas en Asia que desearían mejorar su nivel de vida. Por tanto, existe el peligro de que las inversiones de las grandes empresas mineras no sean suficientes para cubrir la demanda de los demás países asiáticos. También es posible que los accionistas desconfíen de futuras inversiones, ya que recuerdan demasiado bien los bajos niveles de precios de hace unos diez años.

Dice que el segundo factor del futuro incierto es la descarbonización. En la actualidad, el proceso de producción de mineral de hierro para la fabricación de acero requiere mucha energía y los altos hornos funcionan con carbón de coque. En el futuro, un mineral de mayor grado podría influir significativamente en el consumo de energía. Si los costes energéticos de la producción de acero siguen aumentando, como por ejemplo debido al precio del CO2, el mercado del mineral de hierro podría dividirse en dos, en mineral de hierro de alta calidad y mineral de hierro de menor calidad. El autor afirma que los altos costes energéticos podrían justificar una prima de precio. Además, la transición energética está aumentando la importancia de la reducción directa del mineral de hierro en los métodos de producción, en los que el acero nuevo se produce en un horno de arco eléctrico mediante el uso de electricidad. También en este último método se necesita mineral de hierro de mayor calidad, lo que tendría como consecuencia que las grandes empresas mineras tuvieran que hacer las inversiones necesarias.

De este modo, al realizar las inversiones necesarias, las empresas mineras se asegurarían de que la rama del acero a nivel mundial no sufriese debido a un déficit estructural de mineral de hierro.

Profiterol dorado (sin la nata)
Desde 2009, la organización Foodwatch concede un premio negativo, el «Premio del Profiterol Dorado», a la mentira publicitaria más flagrante del año. El grupo minorista alemán Rewe es el actual ganador del premio por su filete de pechuga de pollo supuestamente producido de forma «climáticamente neutra». Foodwatch escribe lo siguiente: «Con su publicidad, Rewe da a entender que la producción del pollo no tiene ningún efecto perjudicial para el clima. Sin embargo, el filete de pechuga de pollo no se produce sin emisiones ni dichas emisiones de CO2 se compensan durante la producción». Continúa informando sobre el hecho de que en realidad se producen 3,5 kilogramos de CO2 por cada kilogramo de pollo.

Gabor Steingart escribe en el Morning Briefing que, al contrario de lo expuesto arriba, un VW Golf moderno emite unos 120 gramos de CO2 por kilómetro recorrido, lo que ya le hace merecedor del próximo «Profiterol Dorado», ya que cómo es posible comparar un kilogramo de carne de pollo con un kilómetro recorrido. ¿O es de gran ayuda saber que 120 gramos son menos que 3,5 kilogramos o que por un kilo de carne de pollo se pueden recorrer 29,2 kilómetros? Puesto que tampoco es demasiado sabido por el público en general, habría sido mucho mejor que el Morning Briefing hubiera informado de que el uso de 1 kilogramo de chatarra de acero inoxidable en la producción de acero inoxidable nuevo ahorra (¡ni más ni menos!) que 4,3 kilogramos de CO2, y que también conserva recursos finitos. Por ejemplo, en 2018, en la UE se eliminaron 157 millones de toneladas de emisiones de CO2 al utilizar la chatarra para la producción de acero y acero inoxidable.

La era dorada en retrospectiva
En retrospectiva, no siempre es oro todo lo que reluce. Mientras tanto, la larga era de la cancillería de Angela Merkel se percibe ahora de forma bastante distinta, también por parte de antiguos partidarios. Aquí no se trata de política partidista, sino de principios generalmente válidos, que podrían servir de guía en muchas ocasiones. El estancamiento y la preservación son cómodos, ya que entonces nada puede salir demasiado mal, pero el estancamiento también es muy peligroso.

Si tenemos en cuenta el estado de digitalización de las autoridades federales, estatales y locales alemanas, así como la expansión de las redes de telefonía móvil y de la Internet rápida, es obvio lo que significa. También la política rusa ha mostrado una continuidad engañosa, sobre la que el sucesor de Merkel debe mantenerse alerta. Sin duda, siempre es mejor actuar que reaccionar, y esto también es aplicable a muchas empresas de este país. Sin embargo, cuando se pase a la acción, no debe hacerse de forma frenética y motivada por el pánico, ya que entonces volveríamos a la época mencionada.

La retirada de la energía nuclear con el telón de fondo de la catástrofe del reactor de Fukushima o los movimientos migratorios incontrolados son, por tanto, acontecimientos ciertamente raros, aunque son ejemplos serios. Solo pudo personificarse el letargo durante la crisis financiera, a dúo con P. Steinbrück, y evitar realmente una carrera de bancos con solo mantener la calma. ¿O tal vez fue Mario Draghi con su bazuca? Solo unas pocas palabras describen qué parámetros son necesarios para la acción: iniciativa, análisis, creatividad, decisión y también responsabilidad. Sin embargo, hay un gran número de personas, no solo políticos (de cualquier género), que tienen un problema con esto último.

En este sentido, deseamos a todos nuestros lectores, no una dorada, pero sí una feliz Semana Santa.

 

LME (Bolsa de Metales de Londres)

Cierre oficial de la LME (3 meses)

13/04/2022
  Níquel (Ni) Cobre (Cu) Aluminio (Al)
Cierre oficial de 3 meses Preguntar 32.975,00 USD/mt 10.306,00 USD/mt 3.238,50 USD/mt

Valores de la LME en mt

  21/03/2022 13/04/2022 Delta en mt Delta en %
Níquel (Ni) 76.632 72.858 – 774 – 1,05
Cobre (Cu) 80.150 107.000 + 26.850 + 33,50
Aluminio (Al) 704.850 612.275 – 92.575 – 13,13

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